jueves, 4 de agosto de 2011

EMPIEZO CON ALGO DE ERNESTO SÁBATO. UN MAESTRO Y SUPONGO QUE ÉL NO QUERIA ESE TÍTULO. SUPE DE SU HONESTIDAD Y SU SIMPLEZA, POR ESO LO DIGO. DE SU LIBRO "LA RESISTENCIA":

"Lo valores son los que nos orientan y presiden las grandes decisiones. Desgraciadamente, por las condiciones inhumanas del trabajo, por educación y ó cobardía, muchas personas no se atreven a decidir conforme a su vación, conforme a ese llamado interior que el ser humano escucha en el silencio del alma....Nuestra cultura está mostrando signos inequívocos de la proximidad de su fin. sin tregua se ve obligada a reinventar noticias, modas ó nuevas variantes, porque nada de lo que extrae de sí es perdurable, fecundo ó sanante. Como cuando un enfermo está muy grave y el médico le receta algo nuevo cada día y la familia, en su deseperación, cambia de médico y de tratamientos. Así nos está pasando, confundimos noticia con novedad. Lo decisivo es no creer que todo seguirá igual y que este modo de vivir da para rato.
La capacidad de convicción de nuestra civilización es casi inexistente y se concentra en la capacidad de convencer a la gente de las bondades de sus cachivaches, que a cientos de millones se ofrecen en el mercado, sin tener en cuenta la basura que se acumula hora a hora, y que la tierra no puede asimilar. La globalización, que tanta amargura me ha traído, tiene su contrapartida: ya no hay posibilidades para los pueblos, ni para las personas de jugarse por sí mismos. Ésta es una hora decisiva no para este ó aquel país, sino para la tierra toda. Sobre nuestra generación pesa el destino, es ésta nuestra responsabilidad histórica.....Estamos indudablemente frente a la más grave encrucijada de la historia, ya no se puede avanzar más por el mismo camino. La fe en el hombre y en las fuerzas autónomas que lo sostenían se han conmovido hasta el fondo. Se han querado demasiadas esperanzas.
Debo confesar que durante mucho tiempo creí y afirmé que éste era un tiempo final...En otros, la capacidad de la vida para encontrar resquicios donde volver a germinar su creación me dejan anonadado, como quien bien comprende que la vida nos rebalsa, y sobrepasa todo lo que sobre ella podramos pensar...".

lunes, 1 de agosto de 2011

Estabas en la parada del 107. Gorra pegada a la cabeza, alto, pantalón inflado deportivo, campera ancha, zapatillas viejas, y una mirada suave, joven, pícara a veces, y muy inocente siempre. Nos cruzamos la mirada un montón de veces mientras esperábamos el mismo colectivo. Yo apenas te ví me entregué sin ningún miramiento a poder y querer disfrutar tu rostro. Creo que te diste cuenta cuando huiste al medio de la calle para ver si venia ó no venia el colectivo. Desde ahí me hiciste una mirada como midiéndome, querias estar seguro de sí ó no. Yo impávido, con la sospecha ó intuición que en algún momento íbamos a hablar. Tu caminar me pareció revulgar, no decía nada, pero esa piel trigueña con un contorno tan suave y varonil, y ese tino de que no te importa más que venga el colectivo, terminó de añadirme algo a esa belleza que yo estaba descrubriendo.
Aparecía el bondi a lo lejos y me arrimé al cordón. De pronto un motociclista te gritó algo porque estabas muy en la calle y no te gustó nada. No le dijiste nada, lo seguiste con la mirada como con una bronca muy suave. Inédito esto en los pibes de hoy en la calle. Mi miraste y buscaste algo cómplice y te lo dije: "Como si anduviera en una 4x4 el loco no..??". Me sonreiste apenas. No importa, me sirvió para apostar a más, y te agregué muy suelto: "Non calentarum, largum vivirium". Cuando me preguntaste qué significaba y te dije que no te calentaras para vivir más tiempo, aparecieron esos pocitos, esos hoyuelos en tu sonrisa de dientes algo desparejos pero que yo ví hermosos como tus ojos negros, y todo lo demás de tu rostro. Gracias te dije por hacerme subir primero en el colectivo y nos sentamos lejos, pero de frente. Fué insoportable las veces que nos juntamos en las miradas. Me encantó las veces que mirabas los culos a las chicas que estaban con nosotros, y sobre todo, cuando después verificabas si yo atestiguaba tu naturaleza macho de este encuentro.
No veia el tiempo de que llegara a mi parada, y cuando llegó y vos bajaste también no lo podia creer. Yo te conocía de algún lado, de mi ex-barrio de Floresta donde viví con mi pareja más de treinta años. Te lo dije cuando te acercaste a mi, y me sonreiste y me lo confirmaste. Me conocías vos también...!!!. Te adelantaste rápido y además tus piernas largas te favorecian más. Parecía que llegabas tarde a tu casa. Me fijé la hora, eran casi las 4 de la tarde. Te saludé para mis adentros con un....hasta pronto flaco...!!!.

Miguel Angel